​

Relaciones precisas

Nadie está destinado a vivir aislado ni a conformarse con relaciones disfuncionales. Dios tiene un plan para la vida de cada individuo que incluye ricas relaciones beneficiosas para nuestro crecimiento y desarrollo.

 

Asociación divina

Nadie puede poseer los propósitos de Dios por sí solo. La asociación es un pilar clave dentro de la comunidad y se expresa a través de la confianza mutua, la aceptación, el trabajo en equipo y la cooperación.

 

Reforma

La reforma es el proceso necesario que lleva a nuestras vidas personales y a la vida corporativa de la Iglesia a un orden y funcionamiento correctos. Como seguidores de Cristo abrazamos la profunda obra del Espíritu Santo en nuestras vidas para liberarnos de viejos patrones de pensamiento y acción y llevarnos a patrones bíblicos y de desarrollo humano más precisos...

 

Aprobación Divina

Descubrir y caminar en obediencia a la voluntad y propósito de Dios es celebrado y honrado. Todo lo que hacemos se basa en lo que Dios desea y lo que Él declara como "bien hecho". Complacerlo a Él es un enfoque singular.

 

Obediencia

Obedecer a Dios no es opcional. Nuestro camino hacia la madurez espiritual produce en nosotros un estado de obediencia reflexiva que nos da el poder de proclamar y el poder de construir según los propósitos de Su Reino.

 

Dimensión apostólica y profética

Efesios 4:11-13 proporciona un modelo no negociable para llevar al Cuerpo de Cristo a la plena madurez. Estas 5 dimensiones de la unción de Cristo están plenamente activas en la Iglesia de hoy. La apostólica nos da el poder de ver y construir estructuras correctas para cada aspecto de nuestras vidas. La profética nos capacita para escuchar y obedecer la voz de Dios con claridad y precisión. Juntas, las dimensiones apostólica y profética, junto con las dimensiones evangelizadora, pastoral y docente, dan a la Iglesia un espíritu pionero para avanzar hacia la plena madurez en Cristo.

 

Viaje transformador

El verdadero discipulado requiere una mentalidad del Reino que no sólo acepte el cambio, sino que lo asuma como el núcleo del propio viaje espiritual con Dios. Estamos comprometidos a movernos con Dios a nivel personal, corporativo y global.

 

Integridad

La integridad es la cualidad interior que produce precisión, exactitud, veracidad y rectitud en todas las dimensiones de la vida. Valoramos y perseguimos un corazón sincero ante Dios y los hombres que valide nuestra proclamación y nuestro estilo de vida.

 

Vida compartida a través del servicio

Es a través del conducto de relaciones profundas y de confianza que Dios mejor imparte la gracia y los valores de la vida de uno a otro. Nunca nos parecemos más a Cristo que cuando servimos a las necesidades de los demás.